En un ámbito donde todo parece planificado, razonado, deducido, registrado, analizado, etc, aparece un olvido, un accidente, un error, un sueño, algo inesperado, que llevan al investigador a descubrir algo por casualidad. Pero, ¿es mera casualidad?
En la historia de la ciencia muchos descubrimientos fueron fruto del azar en interacción con la curiosidad y la audacia de sus mentores. La lista de descubrimientos por azar es larguísima y aunque el relato de alguno de ellos pareciera explicarse más por un golpe de suerte, que por una rigurosa metodología de investigación; la mente brillante, la tenacidad y la curiosidad de los "afortunados" ha sido fundamental para esos hallazgos. En palabras de Louis Pasteur: “En el campo de la observación, el azar favorece solamente a la mente preparada”.
- Serendipia
- El azar y la sagacidad
- Diez grandes descubrimientos (serendipia)
- Descubrimientos por serendipia
Para la reflexión:
"Existen varias prácticas
mediante las cuales
los estudiantes pueden
prepararse para tomar ventaja
de los
accidentes fortuitos. La primera forma es proporcionarles una preparación
haciendo y registrando
observaciones, incluyendo tanto
los resultados inesperados
como los esperados.
Esta preparación requiere
que el estudiante tenga un cuaderno de
laboratorio que el instructor
calificaría basándose no
solo en las repuestas correctas e
incorrectas, sino también a partir de las habilidades de observación y
registro. Se debería animar a los estudiantes para ser flexibles en sus pensamientos
e interpretaciones. La persona que solo ve los resultados esperados y desperdicia los
inesperados como erróneos
no hará descubrimientos." (Ronald
S. Lenox. La educación para el
descubrimiento serendípico).